¿Sabes cuál es uno de los mayores retos de los departamentos de Capital Humano (Recursos Humanos)? Nada más y nada menos que la retención de talento. Esto se debe a que hoy en día hay mucha competencia entre sectores y los profesionales cada vez están mejor preparados tanto en habilidades blandas (interpersonales) como fuertes (conocimientos). Las organizaciones son muy conscientes de que para tener altos resultados deben tener una plantilla estable, un buen clima organizacional, evitar perder tiempo y dinero en formación y selección, entre otros factores. Para poder hacerlo posible se debe tener muy en cuenta, entre otras, la motivación laboral.
¿Pero, qué es la motivación laboral y cuáles son sus tipos?
Con motivación laboral nos referimos a las acciones que realiza una empresa para mantener comprometidos a sus empleados de ofrecer el mayor rendimiento y lograr alcanzar los objetivos organizacionales.
Entre los tipos más conocidos se encuentran:
Motivación extrínseca
Se basa en satisfacer las necesidades físicas o tangibles de los trabajadores para que sientan la importancia que tienen dentro de la organización.
La necesidad puede varias según cada trabajador, para esto es muy necesario conocer los intereses de cada uno: si busca un trabajo por un buen sueldo, por cercanía a casa, etc. Este elemento será clave para la retención del talento
Motivación intrínseca
Su objetivo es fomentar en los empleados su crecimiento personal y autorrealización. Es decir, que en este punto es necesario el reconocimiento, la valoración de sus tareas y su mejora a nivel personal.
Motivación trascendente
Está más conectada a la motivación intrínseca. Se toman en cuenta los valores y las creencias de la persona, así como el trabajo colectivo. Aquí se valora el impacto de las acciones de cada trabajador en los otros (compañeros, clientes, etc.), sobre un tema en concreto. Es decir, se trabaja por un bien colectivo. Estos los impulsan a esforzarse por el bienestar común y no por el beneficio individual ni monetario.
¿Cómo podemos implementar la motivación laboral?
Motivación Extrínseca:
Jornadas laborales flexibles que estén acordes con las necesidades de los trabajadores.
Comisiones o bonos económicos u otros incentivos a cambio de un mejor rendimiento laboral.
Tener un buen clima organizacional. Por ejemplo, espacios limpios y adecuados para el trabajo y facilitar las herramientas necesarias para la ejecución de sus funciones.
Motivación Intrínseca:
(Esta motivación puede ser para trabajadores e incluso para emprendedores.)
Talleres de capacitación o de actualización profesional de forma regular para contribuir con el desarrollo intelectual.
Reconocimiento y agradecimiento del trabajo realizado para mantener la motivación del equipo. Ello puede ayudarte a mantener la motivación del equipo de trabajo.
Oportunidad de escalar en la empresa según su desempeño para mantener y aumentará su rendimiento laboral.
Realizar actividades recreativas y de integración para cubrir las necesidades sociales de los trabajadores y crear o reforzar la relación entre los empleados.
Tomar en cuenta las ideas y talentos del equipo, pueden ser importantes para la organización.
Motivación transcendente:
Establecer un objetivo colectivo y el proceso para alcanzar el bien común.
Fijar los valores que debe tener el equipo y supervisar que se cumplan.
Dar el ejemplo (líder).
Definir las funciones de cada trabajador e integrante del equipo, explicándoles el aporte que harán con el objetivo colectivo.
Fomentar el compromiso individual y colectivo.
Como ves, la productividad de un equipo laboral no solo se trata del factor monetario o de un sitio que sea cómodo, como se creía antes. Existen diversos tipos de motivación que puedes cubrir las necesidades de los empleados. Hoy en día, como te dije ates, las empresas saben que es clave para su evolución.
Hay un término utilizado mucho actualmente en la psicología y la educación, que por cierto conocerlo puede ser nuy útil también para profesionales y emprendedores.
Pues por mucho tiempo lo hemos tachado por creerlo algo negativo y esto nos ha causado una gran preocupación a muchas personas hoy. Se trata de la multipotencialidad.
¿Qué pensarías si una persona te dice que es pintor, anatomista, arquitecto, paleontólogo, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista? Seguramente te costaría creerlo. Pues sí existió y era el gran renacentista Leonardo Da Vinci y así como él, muchas personas conocidas como Steve Jobs han sido multipotenciales, al igual que Will Smith
Esta palabra ha sido un alivio para muchas personas, porque les ha hecho entender que no es algo malo ni bueno, sino una manera diferente de ser, pensar y hacer.
Las personas multipotenciales son aquellas que tenemos múltiples aptitudes en disciplinas diferentes y siguen el siguiente ciclo:
Tienen un interés en un tema, se apasionan y se dedican a él hasta hacerse expertas en eso. Pero una vez alcanzada esa cima, como ya no lo ven como un reto, comienzan a aburrirse. Y luego otro tema totalmente diferente capta su atención y comienza el ciclo.
Estas personas han sido etiquetadas por no ser buenas en nada y suelen haber escuchado por mucho tiempo frases como “debes terminar lo que inicias” o “céntrate en una sola cosa” y para ellos esta frase no tiene sentido.
Hoy te traigo las características de estas personas y algunas formas de explotarlas al máximo para evitar dispersarse en el camino.
Como habilidades, las personas multipotenciales son capaces de sintetizar ideas, es decir, pueden fusionar varios factores para crear uno nuevo.
También tienen la facilidad de adaptarse al cambio y como han conocido muchos temas a fondo, aprenden con mucha facilidad. Tienen una visión periférica, pudiendo mirar una realidad desde varios puntos de vista. Además, Ya te imaginarás que son curiosos por naturaleza.
¿Qué puede hacer una persona multipotencial para sacarle partido a todas esas características?
Ya que se nos da bien conectar diferentes temas, es una buena forma de enfocarnos y hacer un nuevo reto. Claro que si hablamos, por ejemplo, de un proyecto de emprendimiento debemos hacerlo de una manera cuidadosa para tener buenos resultados.
Para esto, también es importante encontrar ese equilibrio entre nuestras pasiones e intereses y la necesidad que existe en el mercado al que nos dediquemos actualmente.
Otra herramienta es ser productivos en ese tema que retiene nuestro interés, sabemos que podrá irse, pero esos conocimientos y habilidades que desarrollemos no se irán y podríamos tener buenos resultados.
¿También eres multipotencial? Te leo en los comentarios.
Debo empezar este post con una cruel verdad, ¿estás preparado/a para leerlo?…Pues ahí va: “vencer” el miedo a lo nuevo no es posible.
¿Cómo te has quedado? No es posible porque es totalmente natural sentir miedo a lo nuevo, desde los inicios de los tiempos para nuestra supervivencia. Así que comienzo estas líneas con una recomendación: evita palabras como “vencer”, “luchar”, “superar” y todo que conlleve a “eliminar” o “deshacerte” del miedo u otra emoción. Porque cuando lo haces, estas venciendo-te a ti mismo/a. Además, el miedo como el resto de las emociones son necesarias.
Y te preguntarás: Vale Diani, y entonces…¿lo que debo es aceptar mi miedo y quedarme así? Claro que no. Mi propuesta es aceptar tu miedo y aún así hacerlo. Suena raro porque normalmente pensamos que debemos huir a lo que le tememos.
Claro que esta emoción nos trae, por este instinto de supervivencia que hablamos antes, pensamientos catastróficos que nos impiden tomar acción, lo sé no solo por ser psicóloga sino porque lo he vivido muchas veces personalmente. Por eso, porque naturalmente me atacan los miedos una vez que se asoma algo nuevo importante, quiero compartirte lo que yo hago y me funciona. Vamos a ello.
Casos como el cambio de casa, de ciudad, de país, de trabajo, una relación, un proyecto de emprendimiento. Cambios grandes y significativos suelen tener este tipo de miedos o incomodidades que pretende tener precaución y podemos calmarlas (no vencerlas, ni eliminarlas) de la siguiente manera:
Conoce tus miedos
No podemos trabajar algo que no conocemos: lo que es, de donde viene, su importancia…en el caso de las emociones es igual. Debemos conocer lo más posible nuestros miedos, en este caso. El verlo de frente y conocerlo de manera más profunda nos permite tener más clara la vía que tomaremos al respecto. En otras palabras, este paso se trata de ponernos en contexto.
Detecta tus recursos y aminora los posibles riesgos
Normalmente el miedo a lo nuevo (o de cualquier tipo) puede ser paralizante. Y llegamos a olvidar todo lo que somos capaces de hacer.
Por eso es muy importante saber con lo que contamos. Tienes muchas habilidades que utilizas todos los días y no lo has notado. Esto puede ayudarte a calmarlo. Incluso te invito que hagas un listado de estas habilidades y escribas casos donde las hayas utilizado.
También es importante aminorar los riesgos. Valora bien tu escenario y se consciente de lo que podría pasar (de forma realista), así podrás hacer un plan de contingencias. Debemos aceptar que los riesgos no dejan de estar, pero a los que hemos detectado les hemos dado una respuesta.
¿Qué es lo peor que puede pasar?
Esta pregunta es tan poderosa que frena nuestros pensamientos negativos de inmediato. Cuando lo pregunto a otras personas suelen contestar un “no lo sé”. Esto ocurre porque en nuestras cabezas los miedos son más grandes de lo que pasaría en la realidad y esta casi mágica pregunta los deja a la luz.
Contéstate esta pregunta y observa si tus miedo están a la par de la realidad.
Practica la meditación
Y esto no te lo recomiendo sólo cuando te superen los miedos, sino como un hábito. Tener unos minutos de concentración al día en nuestra respiración nos aclara la mente y podemos darle otro enfoque a las situaciones.
¡ACCIÓN!
Ya sabemos que el miedo no se va a ir así de fácil. Su trabajo es acompañarnos al inicio hasta que nos sintamos seguros de que lo que estamos haciendo está bien. Y con las herramientas que te he facilitado vas a poder calmarlo. Eso si, puedes llegar hasta el punto anterior pero este último es el más importante. Puedes hacerlo a tu tiempo, a tu ritmo y sin detenerte.
Esta es una manera interesante de realizar eso a lo que tememos, sacándole el provecho a esa emoción a veces tan invasiva. Ya ves que eso que llamamos “vencer” podemos transformarlo en compañía.
¿Cómo comienzas tú esas situaciones? Te leo en los comentarios.
¿Sabes cuál es uno de los mayores retos de los departamentos de Capital Humano (Recursos Humanos)? Nada más y nada menos que la retención de talento. Esto se debe a que hoy en día hay mucha competencia entre sectores y los profesionales cada vez están mejor preparados tanto en habilidades blandas (interpersonales) como fuertes (conocimientos). Las organizaciones son muy conscientes de que para tener altos resultados deben tener una plantilla estable, un buen clima organizacional, evitar perder tiempo y dinero en formación y selección, entre otros factores. Para poder hacerlo posible se debe tener muy en cuenta, entre otras, la motivación laboral.
La motivación laboral es clave para la evolución de las empresas
¿Pero, qué es la motivación laboral y cuáles son sus tipos?
Con motivación laboral nos referimos a las acciones que realiza una empresa para mantener comprometidos a sus empleados de ofrecer el mayor rendimiento y lograr alcanzar los objetivos organizacionales.
Entre los tipos más conocidos se encuentran:
Motivación extrínseca
Se basa en satisfacer las necesidades físicas o tangibles de los trabajadores para que sientan la importancia que tienen dentro de la organización.
La necesidad puede varias según cada trabajador, para esto es muy necesario conocer los intereses de cada uno: si busca un trabajo por un buen sueldo, por cercanía a casa, etc. Este elemento será clave para la retención del talento
Motivación intrínseca
Su objetivo es fomentar en los empleados su crecimiento personal y autorrealización. Es decir, que en este punto es necesario el reconocimiento, la valoración de sus tareas y su mejora a nivel personal.
Motivación trascendente
Está más conectada a la motivación intrínseca. Se toman en cuenta los valores y las creencias de la persona, así como el trabajo colectivo. Aquí se valora el impacto de las acciones de cada trabajador en los otros (compañeros, clientes, etc.), sobre un tema en concreto. Es decir, se trabaja por un bien colectivo. Estos los impulsan a esforzarse por el bienestar común y no por el beneficio individual ni monetario.
Debe tomarse en cuenta las necesidades de los empleados.
¿Cómo podemos implementar la motivación laboral?
Motivación Extrínseca:
Jornadas laborales flexibles que estén acordes con las necesidades de los trabajadores.
Comisiones o bonos económicos u otros incentivos a cambio de un mejor rendimiento laboral.
Tener un buen clima organizacional. Por ejemplo, espacios limpios y adecuados para el trabajo y facilitar las herramientas necesarias para la ejecución de sus funciones.
Motivación Intrínseca:
(Esta motivación puede ser para trabajadores e incluso para emprendedores.)
Talleres de capacitación o de actualización profesional de forma regular para contribuir con el desarrollo intelectual.
Reconocimiento y agradecimiento del trabajo realizado para mantener la motivación del equipo. Ello puede ayudarte a mantener la motivación del equipo de trabajo.
Oportunidad de escalar en la empresa según su desempeño para mantener y aumentará su rendimiento laboral.
Realizar actividades recreativas y de integración para cubrir las necesidades sociales de los trabajadores y crear o reforzar la relación entre los empleados.
Tomar en cuenta las ideas y talentos del equipo, pueden ser importantes para la organización.
Motivación transcendente:
Establecer un objetivo colectivo y el proceso para alcanzar el bien común.
Fijar los valores que debe tener el equipo y supervisar que se cumplan.
Dar el ejemplo (líder).
Definir las funciones de cada trabajador e integrante del equipo, explicándoles el aporte que harán con el objetivo colectivo.
Fomentar el compromiso individual y colectivo.
Existen diferentes tipos de motivaciones laborales
Como ves, la productividad de un equipo laboral no solo se trata del factor monetario o de un sitio que sea cómodo, como se creía antes. Existen diversos tipos de motivación que puedes cubrir las necesidades de los empleados. Hoy en día, como te dije ates, las empresas saben que es clave para su evolución.
¿Te ha pasado que antes te costaba hablar en público, y hacerlo ahora frente a una cámara donde, de paso, también te ves a ti te cuesta mucho más?
Hoy quiero compartirte una información muy valiosa de la experta en comunicación NO verbal Mónica Galán Bravo, que nos viene muy bien para estos momentos donde debemos adaptarnos más aún a las comunicaciones on-line. A muchas personas hoy en día, este sistema les empobrece el mensaje que quieren transmitir. Por eso vamos a conocer cuáles son las 7 claves que nos ha develado para tener más eficacia en nuestra comunicación online que llegó para quedarse.
Los 7 pasos para “traspasar la pantalla”:
1. En una reunión online ¿a quién o qué miras?
Mónica recomienda no caer en la trampa de vernos a nosotros mismos, pues lo que hacemos es fijarnos en nuestro aspecto físico o en nuestros gestos, lo que le transmite al interlocutor que no le estamos mirando. Por eso, lo mejor que puedes hacer es ver la cara de tu interlocutor cuando te habla y mirar a tu cámara cuando hables. De esta manera la persona se sentirá atendida.
Como verás es lo mismo que vivimos en persona. Lo que me imaginé leyendo esto es: imagina que estas en una reunión física y la persona con quien intentas hablar no hace más que mirarse en el espejo, ¿seguirías insistiendo por mucho tiempo mantener la conversación?
2. Hacer la comunicación más fácil de entender.
Nuestro objetivo es que llegue nuestro mensaje, y para ello debemos hacerla lo más fácil posible. Cosa que cuando estamos en persona es mucho más sencillo interpretar el lenguaje en toda su medida, pero online ¿Cómo podemos hacerlo? En este caso, recomienda Mónica, será necesario estructurar mucho mejor el mensaje. Es decir, que tenga una introducción, un nudo y un desenlace. También seguir el orden del comienzo, nuestras ideas más importantes a transmitir y, no menos importante, el cierre.
Nuevamente, cuando nos encontramos en persona igualmente es necesario tener claro lo que se quiere transmitir, de lo contrario perderíamos a nuestro interlocutor y además perderíamos el tiempo (es uno de los que llamo “ladrón” del tiempo, más adelante te hablaré de ellos).
En una reunión online será importante recordar mantener el contacto con quien hablamos y facilitar el mensaje.
3. No nos queda de otra…aplicar la escucha activa.
Otro de los puntos esenciales. Le llama “no me hables mientras te interrumpo”.
Por temas técnicos, estas plataformas cuando las personas hablan a la misma vez suelen silenciar a una de las voces que habla. Lo que da como resultado la interrupción de la conversación continuamente. Entonces, mientras perfeccionan el sistema podremos aprender a respetar el ritmo y el momento del otro, escuchar más, etc.
4. Entonces, habrá que entrenar nuestra escucha.
La experta nos invita a cuestionarnos, si nos dedicamos a escuchar para responder o para comprender y entender al otro. Lo mejor sería la segunda opción porque de lo contrario no fluirá la comunicación.
En definitiva, estos dos pasos los resumiría en poner a prueba nuestra escucha activa: En mi libro Autoconocimiento Millennial podrás encontrar más información de cómo podrías aplicarla. Pero se trata básicamente de escuchar sin pensar en la respuesta sino de comprender lo que el otro nos dice. Es decir, que cambiemos el hábito de escuchar para responder y comencemos a escuchar para “observar” (como le llamo) mejor al otro.
Las tecnologías nos llevan a escuchar para comprender y no para responder.
5. Preocupación excesiva por el aspecto
Galán hace una reflexión interesante sobre esto: Si todos nos preocupamos por nuestro aspecto ante una conversación online, posiblemente nuestro interlocutor/a también tenga la misma preocupación. Entonces, esa persona no estará atendiendo nuestro aspectoporque está preocupada en el suyo. Y tú no atiendes el de él/ella porque estas enfocado en el tuyo ????. Es como el pez que se muerde la cola ¿No te parece? Esto puede aliviar nuestra obsesión.
6. ¿Qué historia te cuentas?
Otro de los grandes aprendizajes que nos está dejando esta “nueva” metodología, es re-conocer nuestro diálogo interno que he estado tocando en las redes. Mónica resume que cuando cambiamos la historia que nos contamos, se refleja en lo que transmitimos. Dice, por ejemplo, que a la hora de una reunión y cuidar la imagen con los “michelines” o arrugas que se nos ven, solo transmitimos al otro esos gestos raros o una forma extraña de ver la cámara que (según nuestra percepción) se ven. Cuando en realidad, desde el otro lado de la cámara no esté enfocado en ver tus “defectos” físicos, sino que este preguntándose acerca de tus gestos. Además, que demuestras estar desenfocado/a de la reunión.
En estos dos puntos podemos sacar la conclusión de que nuestro aspecto es importante. Pero, por lo general no es el centro de atención de una reunión. Así que, podemos aprovechar esta oportunidad de ser conscientes de cómo nos hablamos, nos tratamos y lo que transmitimos a los demás.
7. Encontrar la esencia del otro
Otras de las claves que ha descubierto desde estos meses, donde a muchos profesionales nos ha tocado reinventarnos, ha sido el de “sentir fascinación por lo que el otro tiene que decir” en sus entrevistas virtuales en sus redes.
Este punto creo que es la base todos, el tener este interés y curiosidad por lo que el otro nos quiere decir es favorable para todos, porque nos motiva a escuchar y al otro le transmitimos estas mismas ganas. En definitiva, nos incentivamos a disfrutar el trabajo que realizamos.
Démosle importancia a nuestro aspecto, después centrémonos en la esencia de nuestro/a interlocutor/a
Todas estas claves están enfocadas en hacer una conversación online más estable, fluida y funcional al mostrarle nuestra atención al otro y transmitirle un menaje estructurado. Sin embargo, también tienen muchísimos contenidos de autoconocimiento al invitarnos a desarrollar nuestra escucha activa, el mensaje que nos damos habitualmente de nosotros/as mismos/as y del disfrute de nuestro trabajo.
El ahorro en estos tiempos es fundamental. Ya hemos visto que poco podemos predecir qué pasará mañana y por ese temor, atesoramos nuestros ingresos. Por eso hoy te quiero hablar de una técnica centenaria japonesa que te puede ayudar a ahorrar. Esta técnica de la cual hablaremos, primero te facilitará saber dónde estas haciendo más gastos para poder adecuarlo mejor de ser posible, y luego ha llevar una mejor gestión de tus finanzas.
Este método se llama Kakebo y se traduce en “libro de cuentas para la economía doméstica”. Este método creado por Motoko Hani, primera mujer periodista del país, básicamente viene a enseñarnos cómo debemos gestionar nuestras finanzas mientras ahorramos.
Aprender a gestionar las finanzas.
Una de las claves para que funcione es la constancia. Sonará fácil pero debemos admitir que a veces es difícil cumplirlo, ¿verdad? Y otra de las claves es que no nos auto engañemos (que también solemos hacerlo a veces, no nos engañemos ????). De resto es bastante sencilla de cumplir. Igualmente hoy tenemos disponibles ciertas Apps que nos facilitan el trabajo y nos ahorra tiempo.
Originalmente se trata de un cuaderno con un calendario y una agenda donde se anotan los ingresos y los gastos diarios. Pero, y aquí viene lo “difícil”: TODOS los gastos . Desde un móvil hasta el caramelo que compramos en el kiosco. Estos “insignificantes” gastos son importantes porque son los que menos tomamos en cuenta y van sumando los gastos sin saberlo.
Mucha atención a cada movimiento de tu dinero
Con Kakebo puedes permitirte ahorrar (una cantidad razonable que desees al mes) tomando en cuenta cada gasto e ingreso que tienes en ese período. Respetando las categorías correspondientes de cada gasto y examinando los resultados semanalmente.
Te resumo un poco más cómo funciona Kakebo en 6 sencillos pasos:
1. Anota tus ingresos: Recuerda, absolutamente todos.
2. Apunta también tus gastos según la categoría que correspondan:
– Supervivencia: gastos indispensables para alimentación, salud, transporte, vivienda, servicios (agua, luz, wifi), etc.
– Ocio y vicio: gastos relacionados con el tiempo libre.
– Cultura: Libros, formaciones, académicos, etc.
– Extras: emergencias, gastos especiales como regalos, etc.
3. Toma en cuenta cuánto quieres ahorrar para fijarte la meta: Recuerda, debe ser una cantidad realista.
4. Establece un presupuesto: Tomando en cuenta los puntos anteriores, pregúntate ¿Qué dinero puedes gastar semanalmente?
5. Haz tu balance: Semanalmente observa los resultados y analiza si has cumplido tu objetivo del presupuesto.
6. Rectifica: Ya con los resultados en mano te será más fácil intuir en dónde podrás disminuir los gastos.
Un método individual o familiar
Ventajas de Kakebo
El atender de cerca y diariamente tus ingresos y gastos, te ayuda a seguir cada euro que entra y sale. Entonces, así podrás saber dónde puedes ahorrar más.
Ayuda también a reflexionar sobre los gastos innecesarios que te pueden llevar al objetivo de tu ahorro.
Es un método muy sencillo que puede hacerse desde muy temprana edad, económico, educativo y desde casi cualquier cantidad de ingresos.
Desventajas de Kakebo
Para muchos, la constancia y dedicación que pide este método es una de las mayores desventajas. Sin embargo, yo lo veo más como un reto y una oportunidad de crecimiento. Todo depende del lado de la moneda que se mire (nunca mejor dicho ????).
Otras opciones de Kakebo:
Para los que nos gustan las cosas más sencillas y rápidas, existen diferentes Apps. moviles que ahorran tiempo. Entre ellas está Fintonic, donde puedes meter tu número de tarjeta para que la aplicación vaya por si misma ubicándote tus ingresos y gastos según su categoría. Aunque es verdad que a muchas personas no les da mucha confianza, es bastante útil (ya la he utilizado).
Otras personas recomiendan guardar todos los tickets de las compras. Pero esto me parece un poco lío, porque pueden extraviarse con facilidad.
También aconsejan (y no me parece mala idea) obtener un extracto bancario semanal para poder analizar los gastos e ingresos que hemos tenido semanalmente.
En conclusión, hoy ya no hay excusas para no atender nuestras finanzas, pues si no tenemos tiempo, tenemos la tecnología y si queremos ser más minuciosos podemos hacerlo manualmente o incluso contar con los recursos que ya tenemos a mano.
¿Ya habías estado aplicando el método Kakebo sin saberlo? ¡Cuéntame, te leo! ????
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